La Guerra Fría vuelve al galope, con la llegada de las tropas rusas el 1 de julio a Nicaragua, en esa Centroamérica que Estados Unidos sigue considerando propia patio interior (Patio interior). El presidente socialista Daniel Ortega anunció el envío de un contingente de Rusia en un decreto que el parlamento controlado por sus partidarios debe ratificar el martes. El texto permite el ingreso de tropas extranjeras al territorio, escoltadas por aviones y lanchas militares, y da números: 80 soldados del Kremlin asistirán con sus pares nicaragüenses “para intercambio de experiencias, formación y misiones de ayuda humanitaria”. Y cincuenta a las acciones “Contra el narcotráfico y el crimen organizado transfronterizo”agrega el decreto.
Relevo de la Unión Soviética
Fin estimado de las prácticas el 31 de diciembre. Y la relación será mutua pues unos cincuenta nicaragüenses uniformados irán al hermano país. Estas operaciones también podrían llevarse a cabo con tropas de México, Venezuela, Cuba e incluso… Estados Unidos. Hipótesis muy improbable, incluso irónica provocación, ya que Washington no reconoció la cuarta reelección consecutiva de Daniel Ortega en noviembre de 2021. E impuso sanciones al régimen, que encarceló a 182 miembros de la oposición, incluidos siete candidatos arrestados, para impedirles votar.
Rusia reemplaza a la Unión Soviética, un aliado muy cercano del régimen sandinista surgido de la guerra civil que derrocó al dictador Anastasio Somoza. Durante la primera fase socialista, entre 1979 y 1990 (cuando Daniel Ortega ya estaba en el poder), Moscú ayudó militarmente a Managua en su lucha contra la Contra, la guerrilla antisandinista que la CIA armaba de su lado. Hoy, Nicaragua, junto con Cuba y Venezuela, es uno de los países latinoamericanos que apoya la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin.
“Ayuda tecnológica y militar”
Los anuncios de Daniel Ortega fueron bien recibidos en Rusia, particularmente por la portavoz del Departamento de Estado, María Zakharova, quien le dijo a la agencia estatal Sputnik que las medidas estaban en línea con las leyes de Nicaragua. Los acuerdos militares entre ambos países también se prepararon poco antes de la guerra en Ucrania: el 17 de febrero, el viceprimer ministro ruso, Yuri Borissov, se reunió con Daniel Ortega en Managua. “Llevamos más de cuarenta años brindando apoyo tecnológico y militar a su ejército, y seguiremos trabajando en esa dirección”, dijo el oficial superior. Como era de esperar, las otras paradas de su gira fueron La Habana y Caracas.
Sin entrar en la gravedad de la “crisis de los misiles” de octubre de 1962, cuando la URSS instaló misiles nucleares en el oriente de Cuba dirigidos a territorio estadounidense, la presencia de soldados y armas rusas en la zona de influencia de Estados Unidos sólo puede alimentar las tensiones en el región con peligro de exportar un conflicto hasta entonces europeo al continente americano. El primer país en ser trasladado fue la vecina Costa Rica, que no tiene ejército desde 1949. El recién juramentado presidente derechista Rodrigo Chaves dio su opinión “preocupacion seria” .
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