Isabel Méndez Jiménez, una madre de 97 años, dirige un gran familia. Dio a luz a dieciséis hijos, pero lamentablemente la anciana que pronto será bisabuela no tenía idea al inicio de su vida que sería abandonada por sus propios descendientes sin remordimientos ni remordimientos.
Esperaba que sus muchos hijos la cuidaran bien a medida que su fuerza y salud empeoraban. Desafortunadamente para ella, la realidad era muy diferente. Abandonada por las mismas personas que debieron apoyarla en todo lo que pudieron e incondicionalmente, se encuentra sola en su humilde hogar. Cada vez más debilitados físicamente, con la soledad y la necesidad como compañeras en la desgracia.
Además, Isabel Jiménez no cuenta con recursos suficientes para vestirse y alimentarse. Además, ella trabaja duro para sobrevivir todos los días. En edad de jubilación, esta anciana no solo atraviesa dificultades económicas sino que también enfrenta varios problemas de salud. Lamentablemente, al no tener ayuda ni apoyo, no puede automedicarse.
Su historia, revelada a plena luz del día por un presentador de televisión mexicano, rompió el corazón de los internautas. Y había muchos que querían ayudarlo específicamente. Además de mostrarle toda su empatía y apoyo en las redes sociales, alimentado por la actitud de abandono y rechazo que sus propios descendientes tenían hacia Isabel.
Y es la conmovedora historia de esta conmovedora y vulnerable abuela en apuros que el equipo editorial de Marie France le invita a descubrir en este artículo. Y recordándonos que tenemos una sola madre y que debemos cuidarla cuando llegue a su ocaso como lo hizo al comienzo de nuestras vidas.
Una madre de 97 años abandonada por todos sus hijos
Gracias a una presentadora de televisión de México, los internautas han descubierto con entusiasmo la conmovedora historia de la mexicana Isabel Méndez Jiménez. Una señora que ha llegado a la venerable edad de 97 años y que vive sola desde que sus dieciséis hijos la abandonaron para vivir sus vidas. El moderador llamado Jaime Toral está acostumbrado a crear contenido en la plataforma TikTok. Y los videos que publica allí regularmente están dedicados en su mayoría a personas con problemas financieros, que viven en extrema necesidad.
Lamentablemente, Isabel Méndez Jiménez es una de esas personas con problemas, y rápidamente se viralizó el video de la anciana hablando para contar su triste historia. Ya obtuvo más de 33 millones de visitas en TikTok y tocó los corazones de muchos internautas que lo vieron. A este video, Jaime sumó dos videos más que generaron más de 50 millones de reproducciones totales y en los que los internautas entristecidos pudieron ver en toda su extensión la desesperación de la anciana.
@jaimetoraltv16 hijos que no saben ni les interesa saber si estoy viva 😥♬ Sonido Original – Jaime Toral
“Tuve ocho niños y ocho niñas. Todos se casaron y se olvidaron de mí”.
Y por una buena razón, la historia de Isabel Méndez es desgarradora. “Tengo 16 hijos y estoy más sola que nunca. Así comienza la anciana su historia. Con lágrimas en los ojos, explica su situación y continúa con voz temblorosa: “Tuve ocho niños y ocho niñas. Todos se casaron y se olvidaron de mí”, lamentó. “Mis hijos conocieron mujeres u hombres de otras ciudades y nunca más regresaron aquí. Mantienen a sus familias, pero yo vivo solo”.
Al frente de una gran tribu de dieciséis niños, no dudaron en dejar a su anciana madre y dejarla sola en la casa. Cuando se casaron, se mudaron a la ciudad, sin importarles la mujer que los dio a luz. Después de que se fueron, ninguno de ellos se preocupó por ella o pareció preguntarse si todavía estaba viva. Isabel explicó amargamente que sus hijos se habían casado con mujeres fuera de sus comunidades. Ahora que estaban casados y tenían esposas e hijos a su cargo, no volvieron a cuidarla.
Empáticos y conmovidos hasta las lágrimas por la historia de Isabel, los internautas no dudaron en dejar cientos de comentarios en apoyo a la solitaria anciana. Después de ver los videos contando su historia, algunos incluso querían saber más sobre ella para poder ayudarla de alguna manera. Hay que decir que Isabel no ha tenido un camino fácil y la vida no le ha hecho ningún regalo. De hecho, Isabel se quedó viuda a una edad muy temprana. Cuando tenía solo 33 años, para mantener a su numerosa familia, tuvo que ir a México y Chicago a buscar trabajo mientras sus hijos se quedaban con sus padres, a quienes les enviaba dinero.
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Sola en el mundo vive muy angustiada
Isabel está ahora en absoluta soledad y viviendo en una gran necesidad. La anciana de aspecto cansado le confió con gran pena y amargura que aun cuando enviudó no había sentido el dolor que le había causado dejar la carne de su carne. A su dolor emocional y profunda desesperación se suma el deterioro físico a lo largo de los años y todas las dolencias de la vejez, como problemas de visión, que sufre hoy.
Isabel vive como una reclusa en su humilde choza, el rancho mexicano algo sórdido donde siempre ha vivido a la edad de 97 años. Está en aparente precariedad. En uno de los videos compartidos por Jaime Toral solo podemos ver el estado de pobreza en el que se encuentra Isabel Méndez. Solo tiene algunos utensilios y algunos muebles viejos en su poder. Para sobrevivir y alimentarse, la anciana tiene que vender manteles a lo largo de una carretera mexicana. Reveló que ella misma borda estos manteles, cada vez con más dificultad porque padece ceguera y su situación económica no le permite aprobar los exámenes correspondientes, ni comprar los medicamentos necesarios. Cobra un poco de dinero por sus manteles de colores, con los que compra algo de queso, tortillas y, rara vez, carne. Y como cambio, Isabel también abre un frasco de frijoles enlatados, que calienta.
@jaimetoraltvPuro taquito con sal😢♬ Sonido Original – Jaime Toral
Aunque debería haber estado rodeada de sus hijos y muchos nietos, Isabel Méndez Jiménez sufre una inmensa soledad a tan avanzada edad. Además de una baja calidad de vida, tiene como compañeros diarios la tristeza y el duelo. Su corazón se parte en mil pedazos al ser despojado del amor, cariño y apoyo de sus propios hijos. Abandonada por las mismas personas que se supone que deben brindarle un amor y una piedad infinitos e incondicionales, la anciana se encuentra completamente sola. Vive con sus gatitos y un perro que se encarga de hacerle compañía. La triste historia de Isabel muestra que las personas a veces pueden mostrar una crueldad sin límites y una total falta de empatía. Como cita el autor Pierre Desproges: “Cuanto más conozco a los hombres, más amo a mi perro”.
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