Las personas transgénero y de diversidad de género (TGD, por sus siglas en inglés) a menudo buscan atención social, médica y quirúrgica de afirmación de género de una variedad de profesionales de la salud. Como comentó un panel de expertos en la edición de noviembre de Revisión de Harvard de Psiquiatría (HRP). La revista aparece en la carpeta Lippincott de Wolters Kluwer.
La opinión del panel fue motivada por las actualizaciones propuestas a las pautas de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud de las Personas Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés) sobre atención de afirmación de género. WPATH es una organización profesional y educativa interdisciplinaria dedicada a promover la salud de las personas con DGD en todos los contextos culturales. Como parte de esta misión, WPATH lanza estándares de atención para la salud de las personas transgénero y con equilibrio de género, que se actualizan periódicamente para reflejar los últimos conocimientos científicos y el consenso de expertos.
Invenciones de afirmación de género y arreglo personal promovidas en políticas revisadas
La próxima versión de estas directrices está prevista para 2023. Como resultado, el Instituto Radcliffe de Estudios Avanzados de la Universidad de Harvard organizó un seminario exploratorio que reunió a expertos de los Estados Unidos, México y el Reino Unido para compartir conocimientos y proponer revisiones a la actualización de WPATH. Christina Macenski, MD, Fellow en Psiquiatría Infantil y Adolescente en el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, moderó el seminario con John A. Fromson, MD, Vicepresidente de Psiquiatría Comunitaria en el Hospital Brigham and Women’s y Profesor Asociado de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard .
Como se indica en el HRP columna, las intervenciones de afirmación de género se pueden dividir en tres grandes categorías:
- Intervenciones sociales que permiten a una persona experimentar su género identificado a través de cambios de comportamiento o apariencia (p. ej., cambiar sus nombres, pronombres y aspectos de la expresión de género, como la vestimenta y el tono de voz)
- Hormonas recetadas (o bloqueadores de hormonas) que causan cambios en las características sexuales secundarias, como B. Redistribución de músculo, peso y pelo
- Procedimientos quirúrgicos que permiten ajustar la anatomía corporal según la identidad de género
Los participantes del seminario recomiendan promover la atención de afirmación de género a través de:
- Proporcionar a los pacientes un análisis equilibrado de los riesgos y beneficios de las intervenciones.
- Evite asumir que los problemas de salud mental afectan automáticamente la capacidad de una persona para tomar decisiones sobre las intervenciones de afirmación de género.
- Cuidar a los pacientes con un lenguaje que refleje el continuo de género, en lugar de una distribución de género binaria; usar palabras como “requerido” en lugar de “deseado” cuando se habla de tratamientos médicos; y tenga en cuenta que las personas con TGD no necesariamente tienen “disforia” de género.
- Condena enérgica e inequívoca de la terapia de conversión (intentos de cambiar violentamente la identidad de género de una persona)
Abordar las necesidades únicas de los jóvenes TGD
Los autores enfatizan la necesidad de individualizar la secuencia de intervenciones de afirmación de género. Algunos médicos recomiendan la inducción hormonal antes de cualquier cirugía, pero el grupo de trabajo no considera que la terapia hormonal sea un requisito para ningún procedimiento específico. Como dice su artículo, “Algunas personas pueden necesitar cirugía… sin necesitar o querer una terapia hormonal previa (o una terapia hormonal en absoluto). »
El Grupo de Trabajo también llama la atención sobre las necesidades especiales de los jóvenes TGD. La atención de afirmación de género para adolescentes puede verse complicada por los requisitos de consentimiento de los padres para muchas intervenciones. Algunos padres son reacios a apoyar el tratamiento social, médico o quirúrgico por una variedad de razones, incluido el temor de que su hijo se arrepienta de su decisión. Sin embargo, los autores señalan que las tasas de detransición son muy bajas incluso en la adolescencia. Recomiendan que los requisitos para intervenciones específicas tengan en cuenta la etapa emocional, física y de desarrollo de cada paciente y no se basen en una edad arbitraria.
Los autores concluyen que sus recomendaciones, consideradas en conjunto, “representan una forma más integral de brindar atención que promueva la equidad en el tratamiento de afirmación de género”.
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