El presidente de los Estados Unidos asistirá a la Cumbre de Líderes de América del Norte los días 9 y 10 de enero.

Allí se reunirá con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional del poder ejecutivo estadounidense, en una entrevista con periodistas.

Joe Biden recibió en julio al presidente de México, un líder de izquierda que rara vez pierde la oportunidad de criticar la hegemonía de su gran vecino del norte.

Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, rechazó una importante cumbre de las Américas en Los Ángeles en junio con el argumento de que Cuba, Venezuela y Nicaragua no habían sido invitados.

Aún así, los dos países mantienen una estrecha asociación, particularmente en temas de seguridad e inmigración, en un momento en que la administración Biden lucha por desarrollar una estrategia permanente para gestionar las llegadas a su frontera de 3.000 kilómetros con México.

Por ahora, la política migratoria de la Casa Blanca se basa en gran medida en una medida del expresidente Donald Trump, que restringe severamente la entrada al territorio por motivos de salud.

Esta medida, denominada “Título 42”, debía expirar el miércoles, pero la Corte Suprema de los EE. UU. aumentó la incertidumbre al dictaminar en el último minuto que seguiría vigente.

John Kirby dijo que Estados Unidos estaba trabajando con México “en este momento” para “abordar la información errónea que los contrabandistas están difundiendo” para reclutar candidatos que cruzan la frontera de Estados Unidos.

Joe Biden “cree que una de las mejores formas de responder a las presiones fronterizas es trabajar internacionalmente con nuestros socios en América Latina para reducir y redirigir las llegadas de migrantes, particularmente de Centroamérica”, dijo nuevamente.