Tapachula, 12 de diciembre de 2022 – Ariela Baquiax es una partera tradicional de El Tumbador, San Marcos, occidente de Guatemala. Desde hace veintidós años vive en la región cafetalera del Soconusco en el estado de Chiapas al sur de México, donde trabaja principalmente como recolectora de granos de café.

Como partera, Ariela hace más que atender partos. También asegura que los hijos de los trabajadores migrantes y fronterizos en México estén debidamente registrados.

Ariela viaja largas distancias para dar a luz entre varias fincas cafetaleras de la región que están a cientos de kilómetros de distancia. Las mujeres que trabajan en estas fincas no pueden pagar el viaje a la ciudad de Tapachula para recibir atención hospitalaria.

Ella explica que cuando nace un bebé, también se asegura de que las madres sepan que sus hijos tienen derechos en México. “A las mujeres que ayudo les doy un ‘acta de nacimiento’ y les asesoro sobre su derecho a que sus hijos sean reconocidos aquí en México, dice, les digo que sus hijos tienen derecho a estudiar aquí y conseguir medicinas para recibir abasto.

Ariela espera que compartir información vital sobre el registro de bebés nacidos de trabajadores migrantes en México ayude a combatir tanto el miedo como la falta de conocimiento sobre los procedimientos. En las comunidades a las que ayuda, hay niños mayores de doce años que no cuentan con actas de nacimiento emitidas por el registro civil mexicano.

En algunos casos, las familias guatemaltecas transfronterizas regresan a su país de origen para registrar a sus hijos, por temor a ser arrestadas por las autoridades mexicanas por llegar indocumentadas y, por lo tanto, potencialmente ser separadas de sus hijos.

“La gente tiene miedo de registrar a sus hijos porque no tienen permiso de trabajo aquí. Por eso prefieren ir a Guatemala a registrarlos, aunque nacieron allí y tienen derecho a la ciudadanía”, explica Ariela.