En la mañana de este martes, fue el gobernador del estado de Tamaulipas, Américo Villarreal, quien anunció la muerte de los dos ciudadanos estadounidenses secuestrados. Sin dar detalles sobre las circunstancias del hallazgo de los rehenes, ocurrido en una zona de las afueras de Matamoros, el gobernador de uno de los estados más peligrosos del país dijo que entre las otras dos personas encontradas con vida, un hombre recibió un disparo en la pierna y una mujer resultó ilesa. Los medios estadounidenses los identificaron como Latavia Washington McGee y Eric James Williams.
Fueron entregados a las autoridades estadounidenses en uno de los puentes fronterizos entre Matamoros y el pueblo cercano de Brownsville. Un convoy de alrededor de 20 vehículos, incluidas ambulancias, fue visto conduciendo desde la oficina del fiscal hasta la frontera entre los dos países. Los cuerpos de los dos fallecidos, cuyas identidades aún se desconocen, serán trasladados “en las próximas horas”, Una vez finalizados los informes de la autopsia, agregó Villarreal.
No había indicios de que los secuestradores pudieran ser identificados. El FBI había ofrecido una recompensa de $ 50,000 por cualquier ayuda que ayude a liberar a los rehenes y arrestar a los sospechosos.
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