El Pacto Mundial sobre Migración insta a facilitar la reintegración sostenible de los migrantes retornados a la vida comunitaria brindándoles igualdad de acceso a protección y servicios sociales, justicia, apoyo psicosocial, educación, formación profesional, oportunidades de empleo y trabajo decente.

Por ello, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Honduras, con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), está ejecutando el programa Respuesta Integral a la Migración en Centroamérica. Una de sus áreas de intervención es la creación de medios de vida para las personas que regresan a Honduras a través de procesos de capacitación, apoyo psicosocial, desarrollo de habilidades y compra de materiales para iniciar microempresas. Ella hace un llamado a las autoridades locales, los socios estratégicos y el sector privado para que hagan esto.

“Nunca perdí la esperanza de seguir adelante”, dice Miguel Ayala mientras moldea las piezas en una de las sillas que fabrica en su taller de carpintería. Es uno de los beneficiarios de este programa y ha recibido capital semilla para iniciar su propio negocio de carpintería.

Por su parte, Pedro Madrid habla con mucha emoción sobre sus nuevos emprendimientos. “Logré montar mi negocio vendiendo motos y una granja de pollos que produce huevos que vendemos en la tienda de abarrotes de mi esposa”.

Jenny Vásquez ha montado su propio salón de belleza en Chamelecón, donde atiende diariamente a sus clientes.

En todo el mundo, miles de personas regresan a sus comunidades con gran incertidumbre. Al igual que Miguel, Pedro y Jenny, la OIM apoyó a unos 2000 migrantes retornados o miembros de la comunidad en 2022 ayudándolos a mejorar sus trabajos técnicos o brindándoles capital semilla para sus negocios.

“Después de regresar a casa, el proceso no fue fácil, pero hoy puedo decir que gracias al éxito de mis empresas he logrado la independencia económica que siempre he buscado”, dice Pedro con una chispa de alegría en los ojos.

Esta historia fue escrita por Erick Escoto e Ismael Cruceta del Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la OIM Honduras.