En julio, la Secretaría de Agricultura de México inició Nueva fase del programa nacional de siembra de nubes en los estados del norte y noreste del país. Desde 2020 y una severa sequía en el estado de Baja California, esta tecnología se ha utilizado regularmente para apagar incendios, llenar represas y salvar ganado y cultivos. Las campañas de siembra son financiadas tanto por la Comisión Nacional de Tierras Áridas (Conaza), una dependencia del Ministerio de Agricultura, como por los gobiernos locales.
Cada una de estas intervenciones inductoras de lluvia fue realizada con tecnología de la empresa mexicana Renaissance “Pionero y único en el mundo”según su fundador y director general Alejandro Trueba Carranza. “Usamos yoduro de plata, al igual que otras empresas, pero nuestro método es diferente: lo aplicamos en forma líquida y bajo las nubes, lo que nos permite dirigirlos hacia donde queremos”. explica este ingeniero agrónomo. En cambio, la forma líquida se puede utilizar en verano y en el desierto, mientras que la aplicación en cohete, como se hace en el resto del mundo, no puede funcionar a altas temperaturas. »
Los primeros intentos de Renaissance tuvieron lugar en 1977 en Iowa en los Estados Unidos y en el estado de Puebla en México. A partir de 2013, la empresa desarrolló su producto “Rainmate”, que, además de yoduro de plata, también contiene aditivos químicos y acetona, sin que se conozca la composición exacta. Siete años después, Renaissance realiza su primera misión en Baja California en un millón de acres. Desde entonces, ha operado 277 vuelos (hasta junio de 2023) en diez estados mexicanos y afirma haber aumentado allí las precipitaciones en alrededor de un 70 %.
“Sin solución efectiva”
Dado el uso repetido de esta técnica, se ha pedido a la comunidad científica que evalúe tanto los beneficios como las posibles consecuencias ambientales. Pero en México, como en otros lugares, faltan estudios científicos bien fundamentados para tomar una decisión.
Sergio Raúl Canino Herrera, investigador del Departamento de Ciencias del Mar de la Universidad Autónoma de Baja California, analizó quince muestras de agua de lluvia luego de la formación de nubes en diferentes localidades en 2021. “La concentración de yoduro de plata era muy baja (alrededor de 0,01 ppm). Ninguna de las muestras mostró una concentración que pudiera medirse con los dispositivos disponibles para nosotros. explica este maestro. Por un lado, esperamos dispositivos más eficientes para poder repetir los análisis, por otro lado, también debemos buscar los otros componentes químicos utilizados en su producto. »
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