Hoteles y centros comerciales gravemente dañados, mobiliario urbano arrancado, comunicaciones interrumpidas: el huracán Otis de categoría 5 causó daños importantes en Acapulco, un balneario en la costa del Pacífico aislado del resto de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador está en camino.
El legendario balneario de Acapulco, en el suroeste de Méxicoestá parcialmente devastada y aislada del resto del país el miércoles 25 de octubre, casi 24 horas después del paso de un fuerte huracán.
“No hay vuelos en avión. No hay autobuses entre Ciudad de México y Acapulco”, constató un fotógrafo de la AFP después de que el huracán Otis tocara tierra con ráfagas de viento de hasta 315 kilómetros por hora, según el gobierno mexicano. “No hay señal de internet ni electricidad”, continuó el periodista, que tuvo que abandonar la ciudad para difundir sus propias fotos.
Las autoridades aún no han proporcionado ninguna información sobre las víctimas. El huracán azotó principalmente a turistas y visitantes que no pueden salir ni llamar a sus seres queridos.
“Espero que me vea alguien de mi familia para saber que estoy bien”, dijo la turista mexicana Nely Palacios a la emisora Televisa, que pudo transmitir imágenes de los daños.
Estas primeras imágenes mostraban hoteles de lujo y centros comerciales reducidos a sus estructuras de hormigón, así como escenas de saqueos. Según un video compartido en redes sociales, las ventanas del icónico Hotel Princess se rompieron y el edificio quedó parcialmente destruido.
Con AFP
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