martes, 24 de mayo de 2022 a las 10:32

MÉXICO – El régimen argelino, que desencadenó el conflicto del Sáhara marroquí, perpetúa deliberadamente esta disputa artificial para servir a sus objetivos en la región, subraya el diario mexicano La Voz del Arabe.

En una columna firmada por el experto en relaciones internacionales y exembajador de México en Marruecos, Andrés Ordóñez, la publicación recuerda que “Desde la creación del frente separatista Polisario en 1973, Argelia ha insistido en negar su responsabilidad en el origen y continuación del conflicto sobre el Sáhara marroquí, al servicio de sus intereses y ambiciones”.

“Todo el mundo es consciente del hecho de que Argelia está prolongando obstinadamente este conflicto artificial, en particular por su negativa a identificar a los capturados en los campamentos de Tinduf en su territorio por las milicias separatistas del Polisario”, subrayó el Sr. Order.

El experto de la Universidad Nacional Autónoma de México señaló que “solo una minoría en el mundo todavía tolera las maniobras del régimen argelino en la cuestión del Sahara (…) Este país es el origen de la creación del frente separatista y sigue garantizando su existencia y perpetúa sus mentiras que ahora están siendo desacreditadas en todo el mundo”.

“Nadie puede negar que Argelia quiere apoderarse de tierras marroquíes para servir a sus intereses, enviar su producción minera directamente desde el sur al Atlántico y enojar a Marruecos y su influencia en la región”, dijo, escribe.

En este contexto, señaló el autor de este foro, “nació el proyecto polisario, que no es más que un simple títere movido por Argelia al servicio de su agenda e intereses”.

El exdiplomático también recordó que los sucesivos enviados personales del secretario general de la ONU en el Sáhara confirmaron la responsabilidad y obstrucción de Argelia en el proceso de la ONU de cara a la solución de este diferendo regional, y señaló que el Consejo de Seguridad también lo confirma en sus últimas resoluciones. , en particular 2602, que Argelia asume plena responsabilidad en el proceso político encaminado a una solución definitiva de esta disputa.