BRASILIA (Reuters) – El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó el domingo escenas de caos en la capital Brasilia, donde partidarios del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron la Corte Suprema, el edificio del Congreso y el palacio presidencial durante varias horas.
Durante una conferencia de prensa el 1 de enero, el Presidente cuestionó a su antecesor y lamentó la falta de seguridad en la capital, que estaba siendo atacada por “fascistas” y “fanáticos”.
“Estos vándalos, a los que se podría llamar nazis fanáticos, estalinistas fanáticos… fascistas fanáticos, hicieron lo que nunca se había hecho en la historia de este país”, dijo Lula, quien estaba de viaje en el estado de Sao Paulo. “Todas estas personas que hicieron esto serán encontradas y castigadas”.
Miles de manifestantes, 3000 según los medios locales, irrumpieron en edificios oficiales vestidos de verde y amarillo, rompiendo ventanas y muebles, en conmemoración del ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de los Estados Unidos por parte de los partidarios del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Alrededor de las 18:30 hora local, unas tres horas después de que comenzaran los incidentes, las fuerzas de seguridad lograron recuperar el control de los tres edificios, informó el canal de noticias GloboNews. Las imágenes de televisión mostraron que decenas de alborotadores fueron arrestados esposados.
Anderson Torres, jefe de seguridad del distrito federal y exministro de justicia y seguridad pública de Brasil, fue relevado de su cargo y la oficina del fiscal general dijo que había solicitado su arresto.
Los manifestantes cuestionan el resultado de las elecciones del 30 de octubre en las que el candidato de izquierda Lula da Silva derrotó por poco al presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
Este último ha cuestionado repetidamente, sin evidencia, la credibilidad del sistema de votación electrónica de Brasil, que muchos de sus partidarios respaldan.
MENSAJES DE APOYO DESDE TODO EL MUNDO
Jair Bolsonaro, que partió de Brasil rumbo a Florida 48 horas antes de finalizar su mandato, no se pronunció de inmediato sobre los incidentes en Brasilia.
“Este genocidio (…) fomenta esto a través de las redes sociales desde Miami”, dijo Lula en referencia a Bolsonaro. “Todo el mundo sabe que hay varios discursos del expresidente promoviendo esto”.
Jair Bolsonaro no asistió a la ceremonia de toma de posesión del 1 de enero de su sucesor, quien había prometido unir a un país profundamente dividido.
Se recibieron mensajes de apoyo al presidente Lula desde América Latina y el mundo.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, calificó el ataque a los centros de poder brasileños de “escandaloso”, al igual que el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel.
“Apoyo total al presidente Lula da Silva, elegido democráticamente por millones de brasileños tras elecciones libres y justas”, escribió en Twitter, donde el presidente francés, Emmanuel Macron, también publicó un mensaje: “Se debe respetar la voluntad del pueblo brasileño y las instituciones democráticas. ! El presidente Lula puede contar con el apoyo incondicional de Francia”.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su pleno apoyo al gobierno brasileño.
“El fascismo ha decidido organizar un golpe de Estado en Brasil”, escribió en Twitter el presidente colombiano, Gustavo Petro, convocando a una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
En la misma red, el presidente chileno, Gabriel Boric, denunció un “ataque cobarde y atroz a la democracia”. Su homólogo argentino, Alberto Fernández, manifestó su apoyo al presidente Lula “frente a este intento de golpe”.
La Embajada de los Estados Unidos en Brasil ha aconsejado a sus ciudadanos que eviten el centro de Brasilia hasta nuevo aviso.
(Informe Adriano Machado, Peter Siqueira, Gabriel Araujo, Lisandra Paraguassu y Ricardo Brito; versión en francés Elizabeth Pineau)
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