Catorce marinos de origen mexicano han quedado varados en el puerto de Trois-Rivières, algunos desde hace más de tres meses, porque Transport Canada no autorizó la salida de tres viejos remolcadores que habían tomado posesión para llevarlos a Guyana.
Estos marineros, a pesar de las condiciones un tanto incómodas a las que tienen que enfrentarse, compensan la mala suerte de quienes viven a bordo de los remolcadores. El calentamiento por un motor generador es insuficiente. Además, se decidió conectar las embarcaciones a tomas de tierra para un mejor suministro de energía.
“Llegué a principios de noviembre. Me quedaré hasta que la empresa me lo pida”, dijo el marinero Daniel Azucra González.
Su colega está bastante sorprendido por las penurias del invierno. “Sabemos que las temperaturas en esta época del año son muy bajas para nosotros, viniendo de países que no conocen el frío. De momento la comodidad adentro está bien”, agregó Maurizio Pizano De La Cruz.
Los marineros tienen ropa de trabajo adecuada, pero la situación es diferente cuando tienen que salir de la zona portuaria. Luego necesita obtener ayuda y otra ropa de invierno.
“Los mexicanos están prácticamente abandonados. Han estado allí durante varios meses. No tienes recursos. La mayoría solo habla español. Por eso te ofrecemos un servicio de escorts por la noche. Vienen por un poco de consuelo y realmente aprecian su presencia en el vestíbulo de Marin casi todas las noches”, dijo el director de la organización, Paul Racette.
El estado de los tres remolcadores no les permite navegar en el mar, y dos de ellos tampoco pueden navegar en el hielo. Los controles a bordo aumentan y las reparaciones se hacen necesarias.
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