Según un nuevo estudio, una nueva herramienta mejora el conocimiento sobre la presencia y los movimientos del hielo marino en el Ártico. Estos datos son cruciales para una mejor comprensión del cambio climático y para la navegación, afirman los investigadores.
La detección acústica distribuida (o DAS) es un sistema que utiliza fibra óptica submarina para calcular las ondas de gravedad en el océano.
Investigadores de la Universidad de Nuevo México aplicaron este método en el Mar de Beaufort, utilizando unos 35 kilómetros de cable de telecomunicaciones de Quintillion Global de Oliktok Point, Alaska.
“Los datos del DAS se registraron entre el 9 y el 15 de julio de 2021 y el 10 y 16 de noviembre de 2021, períodos diseñados específicamente para capturar los períodos de transición de la capa de hielo marino”, dice el estudio.
Los científicos han descubierto dos tipos de “ruido sísmico”. En un caso, el ruido está asociado a la presencia de una capa de hielo suficiente para reducir en gran medida la presencia de olas del océano. De lo contrario, lo más probable es que los datos representen un mar sin capa de hielo. Esto permitió calcular la formación y retirada del hielo a lo largo del cable durante los días de observación.
Enorme potencial en el Ártico
El investigador Andrés Peña Castro, quien dirigió el estudio, explica que para obtener dichos datos, los científicos suelen utilizar lecturas microsísmicas recopiladas por estaciones sísmicas. Sin embargo, tal red no existe en el Ártico y su instalación sería extremadamente costosa, afirma.
Por tanto, la presencia de cables de fibra óptica, que ya existen en muchos lugares gracias a las empresas de telecomunicaciones, podría facilitar este tipo de estudios. “Obviamente la limitación de esta tecnología es que las empresas de telecomunicaciones son propietarias de estos cables. Ellos deciden si podemos utilizarlos para recopilar datos o no”, recuerda.
Los investigadores también mencionan en el estudio que muchos lugares clave del Ártico ya están equipados con este tipo de cables, como la Bahía de Hudson, el Mar de Labrador, el Mar de Barents y el Mar de Groenlandia.
Un complemento a las imágenes de satélite.
Peña Castro dice que el conocimiento sobre el hielo marino del Ártico es importante por varias razones. “Comprender el hielo es crucial para comprender los impactos a largo plazo del cambio climático. “Éste es uno de los parámetros clave para entender a qué velocidad avanza el calentamiento global”, resume.
Añade que los datos recopilados sobre el hielo marino también son especialmente importantes para la navegación en esta parte del mundo.
Según el estudio, la mayoría de los datos recopilados actualmente provienen de imágenes de satélite. Según los investigadores, DAD podría ser un excelente complemento a esta tecnología, que tiene importantes limitaciones.
El estudio explica que la compleja composición de los témpanos de hielo, islas que pueden cubrir gran parte del mar, hace que las imágenes de satélite sean menos fiables de lo deseado. Además, la fiabilidad de las imágenes y su cobertura depende de la resolución de los satélites y de su sensibilidad a las propiedades del hielo.
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