En Incourt, el Festival Inc’Rock intenta mantener su imagen de festival a escala humana y accesible para su decimonovena edición. Pero Benoit Malevé, el organizador, sigue de cerca tanto el programa como la facturación. “En un cartel mundial, podemos darnos el lujo de tomar decisiones un poco más atrevidas y desgarradoras. Pero teóricamente si hacemos un buen cartel y el público no viene, lleva un año, quizás dos, y tenemos que poner la llave debajo del felpudo. No hay que caer en el gran público a toda costa, pero se pone tentador por momentos‘ él admite.
Para un grupo que empieza a darse a conocer pensamos invertir 10.000, 15.000 euros. Pero me entero de que el objetivo son 40.000 euros.
El año pasado el festival no cubrió sus costos. Así que está buscando el equilibrio correcto, tratando de programar “nombres” que hagan que la audiencia corra hacia el interior de la cancha. Pero regularmente se enfrenta a la competencia de los principales festivales. “Estos festivales logran cobrar tarifas altas y, por lo tanto, reclaman la exclusividad de un artista. Lo que por supuesto nos priva de la oportunidad de darle la bienvenida, Lástima del organizador. Estamos entrando en áreas de sellos que no podemos llevar. Para un grupo que empieza a darse a conocer pensamos invertir 10.000, 15.000 euros. Pero me entero de que el objetivo son 40.000 euros. Esta cantidad puede ser pagada por una gran estructura que cuente con 50.000, 70.000 asistentes al festival. A nuestro nivel esto es imposible“. El festival Inc’Rock en realidad tiene un alcance de alrededor de 5000 personas por día.
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