Sí, Croacia dio la sorpresa hace cuatro años cuando llegó a la final. Esto debería convertir automáticamente al equipo en uno de los serios contendientes por el título mundial. Dejemos claro que este no es el caso. Al menos no en los más importantes. Hay que decir que los resultados tras el Mundial de Rusia no tranquilizaron necesariamente a los aficionados. En la primera Liga de Naciones a finales de 2018, los croatas solo consiguieron cuatro de doce puntos ante España e Inglaterra. En la siguiente edición, a finales de 2020, se llevaron solo tres puntos frente a Francia, Portugal y Suecia. Su eliminación en los octavos de final de la Eurocopa se llevó a cabo, reemplazando extraoficialmente la formación de los Balcanes entre las filas de equipos que importan pero que no necesariamente juegan por la victoria.
Excepto que la situación ha cambiado desde entonces. Croacia, que ganó en su grupo de clasificación por 23 puntos de 30 y venció a Rusia en la final de clasificación, era esperada en la Liga de las Naciones este año. A pesar de un pésimo uno de cada seis, los hombres de Zlatko Dalic luego encadenó cuatro victorias seguidas, entre ellas el duelo de dobles ante Dinamarca y el partido en el Stade de France, en el que acabó primero de grupo por delante de los daneses y los blues. Incluso si la importancia que se otorga a la Liga de las Naciones sigue siendo controvertida, tal logro es cualquier cosa menos trivial.
Dalić, en el cargo desde octubre de 2017, es unánime en su país y tiene una verdadera armada que avergonzaría a más de un bando, sobre todo en el centro del campo donde se sienta el trío Lucas Modric–Mateo Kovacic–marcelo brozovic claramente tiene su lugar entre los mejores centrocampistas del mundo.
El verdadero problema para Croacia al hacer una nueva actuación es que el sorteo no fue necesariamente favorable para ellos. Posicionado en el grupo de Bélgica, el primer puesto no será fácil de conseguir, aunque sea jugable. Su verdadera preocupación son los posibles oponentes en los octavos de final. Sin una hazaña de Japón o Costa Rica, los octavos de final enfrentarán a España o Alemania en caso de clasificación. Difícilmente puede ser peor. Pero si el equipo juega como lo hizo en Rusia, todo parece posible. Como recordatorio, Croacia venció en seco a Argentina en los grupos (3-0) antes de avanzar por poco a la final contra Dinamarca, Rusia e Inglaterra. Podría decirse que Croacia está subestimada y tiene una oportunidad real de lastimar a todos. Decir que serán tan buenos como lo eran hace cuatro años sigue siendo un paso muy (¿demasiado?) grande.
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