DIAPOSITIVAS. El Día de Muertos en México: ¡un festivo Día de Todos los Santos!

Feliz post-Halloween

En México, el Día de Muertos se lleva a cabo el día siguiente a la Fiesta Católica de Todos los Santos, que es el 2 de noviembre de cada año. Nos invita a celebrar la memoria de nuestros seres queridos que han ido a unirse al firmamento.

Un alegre homenaje a nuestros difuntos

En esta época de otoño, los cementerios de casi todo el mundo se llenan de católicos que vienen a meditar, limpiar y poner flores en las lápidas de sus seres queridos que han muerto.

En el Caribe, cuando cae la noche, las calles se iluminan con mil y una velas. En México, el Día de Muertos rima con alegría, música y celebración. Cerca de los mausoleos y en las calles de los pueblos y aldeas, los vivos se reúnen, cantan, bailan y comen juntos, miran las fotos y recuerdan los buenos momentos pasados ​​en compañía de quienes los extrañan.

Rituales alegres y populares

A lo largo de las avenidas y callejones de cada cementerio y pueblo se alinean las Zempaxuchitl, esas rosas nativas americanas blancas y naranjas originarias de América del Sur, bordeadas de velas, varitas de incienso, agua bendita, calaveras y tibias cruzadas bellamente decoradas y llenas de dulces. Sin olvidar las diversas ofrendas que se hacen a los difuntos (comida, alcohol, ositos de peluche, etc.). Primero se celebra a los niños, luego a los adultos.

celebraciones encantadas

Clasificado como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO desde 2008, El Día de los Muertos se caracteriza por desfiles de hombres, mujeres y niños vestidos y disfrazados de coloridos y extravagantes esqueletos.

La figura de Catrina (esqueleto de ciudadana con ropa fina y sombrero floreado) pretende ser un símbolo de las reuniones.

Recetas Especiales

Los mexicanos celebran con motivo de estos picnics a menudo improvisados ​​alrededor de tumbas, playas, jardines o casas.

En el menú: Tamales (cáscaras de maíz rellenas de carne y frutas), Totenbrot (un tipo de brioche), calabaza confitada, frijoles rojos y negros con mole (chile, cebolla y maní) y calaveras (calaveras de azúcar o chocolate).

Raquel Ortegon

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