Decenas de millones de estadounidenses están experimentando temperaturas peligrosamente altas el viernes debido a una poderosa ola de calor que se extiende desde California hasta Texas y partes de Florida y que se espera alcance su punto máximo este fin de semana.

Un domo de calor ha estado arrasando los estados desérticos del sudoeste desde el comienzo de la semana, lo que plantea graves riesgos para la salud de los ancianos, los trabajadores de la construcción y otros trabajadores de reparto y las personas sin hogar.

En Arizona, uno de los estados más afectados, la vida cotidiana ahora se parece a un maratón contra los rayos del sol. Según el Servicio Meteorológico de EE. UU. (NWS), Phoenix, la capital del estado, registrará más de 43 grados el viernes por decimoquinto día consecutivo.

El calor significó que una serie de conciertos programados para tener lugar en la ciudad cada noche de fin de semana de verano tuvieron que cancelarse. Esta semana, algunos residentes de Arizona recurrieron a las redes sociales para publicar fotos de alquitrán derritiéndose en sus techos o videos de ellos cocinando un huevo en medio de un Dodger.

Las autoridades llevan varios días dando la voz de alarma. Aconsejan a los estadounidenses que no participen en actividades al aire libre durante el día y que estén atentos a los signos de deshidratación, que pueden convertirse rápidamente en fatales en tales temperaturas.

– Riesgo de muerte –

Decirse a uno mismo: “Es el desierto, por supuesto que hace calor”, es “¡un estado mental PELIGROSO!”, subrayó el NWS de Las Vegas el martes.

“La fase más intensa” de esta ola de calor “comienza” este fin de semana, han advertido los meteorólogos. La ciudad de Nevada podría romper su récord de temperatura el domingo.

En California, también se espera que el famoso “Valle de la Muerte”, uno de los lugares más calurosos del planeta, alcance picos el domingo donde la temperatura podría rondar los 54°C (130°F).

Esta semana, la parte sur del “Estado Dorado” se vio afectada por numerosos incendios pequeños que el departamento de bomberos controló rápidamente.

A diferencia de las inundaciones y los incendios forestales, el calor es invisible y sigue siendo el fenómeno meteorológico más mortífero en los Estados Unidos. Sin embargo, el problema se subestima regularmente.

Según la Patrulla Fronteriza (CBP), diez migrantes murieron a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México el pasado fin de semana bajo temperaturas abrasadoras.

La semana pasada, el condado de Maricopa, el condado más poblado de Arizona, publicó un informe que contabilizó 425 muertes por calor en el verano de 2022, un aumento del 25 % con respecto al año anterior.

Esos números han sido noticia en los Estados Unidos mientras el calor paraliza gran parte del sur del país.

En Texas, la ciudad de El Paso está encadenando récords de longevidad: el jueves vio su día 27 superar los 100 °F (37,7 °C). Las temperaturas también son muy altas en Florida y la ola de calor afecta incluso al mar.

– cambio climático –

La Casa Blanca aprovechó la actual ola de calor para anunciar el martes el desarrollo de una “estrategia nacional contra el calor”.

“Millones de estadounidenses se ven afectados por olas de calor extremo que aumentan en intensidad, frecuencia y duración debido al cambio climático”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado.

Siempre es difícil atribuir un evento meteorológico específico al cambio climático. Sin embargo, los científicos insisten en que el calentamiento global, ligado a la dependencia de la humanidad de los combustibles fósiles, es el responsable de la multiplicación e intensificación de las olas de calor en todo el mundo.

Según el Observatorio Climático de Copérnico (C3S), el mundo estaba experimentando el mes de junio más caluroso registrado cuando comenzó la ola de calor.

En Estados Unidos, los meteorólogos aún no esperan un respiro. Se espera que las temperaturas en el sur del país se mantengan inusualmente altas la próxima semana.

reporte del clima