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En las zonas rurales e indígenas del país, Andrés Manuel López Obrador goza de gran reconocimiento gracias a sus políticas sociales y de apertura. Una popularidad que respalda su heredera Claudia Sheinbaum, quien lo sucederá el domingo 2 de junio.
Una serpentina blanca serpentea por el paisaje tropical y sube entre los verdes pasos de la Sierra Madre Oriental hacia San Nicolás. “Ahora podemos ir al médico al otro lado del valle” sonríe Yesika, una madre. Este caserío de 1.500 habitantes del pueblo otomí del municipio de Tenango de Doria en el estado de Hidalgo (norte de México) no sería lo mismo sin uno de estos más de 400 “senderos artesanales” financiados por el gobierno. Pequeños caminos de concreto que pretenden abrir comunidades remotas y que llevan el sello de un solo hombre: el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador o Amlo. “Había venido sin avisar para vigilar la obra, recuerda Sergio, un residente. ¡No esperes que Andrés Manuel llegue como un mexicano promedio y sin seguridad! ¡Incluso pude saludarlo!”
En San Nicolás y en todo México, hay carteles electorales colgados en las paredes en preparación para las elecciones federales del 2 de junio. Aquí falta el rostro de la opositora de derecha Xóchitl Gálvez; Sólo un candidato local del Partido Acción Nacional (PAN, conservador) se puede ver en el
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