“Miro hacia el otro lado y me imagino logrando mis objetivos allí”.

“La Casa de Luz es un retiro, pero sobre todo un lugar de vida comunitaria. La palabra “hogar” significa muchas cosas. Seguridad. La comida. Amor. Esperar. Un propósito, una razón para vivir” explica Irving, fundador de Casa de Luz, un refugio para migrantes LGBTQ+ en Tijuana, México. “Cada persona tiene la responsabilidad de cumplir un rol. Incluye cocinar, limpiar, todo lo que hay que hacer. Todos los días vemos muchos migrantes de Colombia, Cuba, Brasil, de toda América del Sur, viene mucha gente para acá”. agrega el fundador.
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“Ayudamos principalmente a personas de la comunidad LGBT+. Debido a que estas personas fueron discriminadas en su país, huyeron. La Casa de Luz no está afiliada al gobierno ni a las autoridades de inmigración ni a ninguna organización estadounidense, es independiente”. dice Gustavo Balderrama, psicólogo del hogar fundado en 2018. Jonathan es uno de los residentes de Casa de Luz. El explica : “Mi familia vive en Honduras. Hace un año salí de mi país por persecución política. Porque trabajé para una ONG que protege los derechos humanos. Cuando empezaron a extorsionarme por mi negocio, me negué a pagar. Aquí es donde comenzaron las amenazas de muerte. Cuando voy al muro fronterizo para encontrarme con los demás, miro hacia el otro lado y me imagino logrando mis objetivos allí”.. En marzo de 2020, Donald Trump introdujo el “Título 42”, que permite la deportación inmediata de los migrantes que llegan a los Estados Unidos. Casi 2 millones de migrantes han sido deportados en los últimos dos años. Se dice que unos 50.000 de ellos viven en albergues de emergencia en la frontera con México. Descubra las luchas de los otros residentes de Casa de Luz.
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