“El Ojo de Fuego”. Así denominaron las redes sociales al incendio que se desató la noche del viernes al sábado en el sur del Golfo de México. El incendio se produjo a unos 150 metros de una plataforma petrolera propiedad de la empresa mexicana Pemex frente a las costas de la península de Yucatán, provocado por la rotura de un gasoducto submarino.
En un comunicado, la compañía dijo que el incendio fue controlado unas cinco horas después de que estallara, que la plataforma volvió a sus condiciones normales de funcionamiento y que no hubo heridos. Pemex investigará la causa del incidente, añadió.
Un vídeo publicado en las redes sociales mostraba a tres barcos intentando sofocar un incendio procedente del mar, muy cerca de una plataforma marina. Impresionantemente, las imágenes muestran llamas de color naranja brillante en forma circular, que los internautas han comparado con “lava fundida”.
“Las aterradoras imágenes del Golfo de México muestran al mundo que la perforación en alta mar es sucia y peligrosa”, respondió Miyoko Sakashita, directora del programa oceánico del Centro para la Diversidad Biológica.
114 mil millones de dólares en deuda
Ku-Maloob-Zaap, la zona donde ocurrió el incidente, es uno de los campos petroleros más productivos de Pemex. Según la Secretaría de Energía de México, representa el 40% de la producción total de la empresa, o más de 700.000 barriles de petróleo por día.
Sin embargo, la producción de Pemex en esta área ha ido disminuyendo gradualmente en los últimos años a medida que estos campos petroleros han ido madurando. Al carecer de la capacidad de invertir en nuevas tecnologías de extracción, Pemex tiene actualmente una deuda de casi 114 mil millones de dólares, la deuda más alta de cualquier compañía petrolera importante, señala Bloomberg.
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