El rechazo de México a una queja de Estados Unidos en junio es una de las pocas veces desde que el T-MEC entró en vigor en 2020 que ha dictaminado que un caso no puede ser considerado bajo el acuerdo.

Las cuestiones planteadas por Estados Unidos están siendo abordadas por el sistema judicial mexicano y se espera una decisión final pronto, dijeron funcionarios mexicanos.

Los funcionarios laborales y comerciales de Estados Unidos y el Grupo México no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.

El 16 de junio, el gobierno de Estados Unidos pidió a México que revisara el caso, citando una solicitud de dos importantes organizaciones laborales estadounidenses y un sindicato mexicano llamado “Los Mineros”.

Los grupos argumentaron que las actividades de Grupo México en la mina San Martín, que contiene plomo, zinc y cobre, violaban una huelga que comenzó en 2007 y que la empresa negoció con empleados que no tenían derecho a representar oficialmente a la fuerza laboral de la mina.

Grupo México negó las acusaciones y dijo que reinició legalmente sus operaciones en 2018 con el consentimiento de los trabajadores.

Los funcionarios mexicanos dijeron que ambos eventos fueron anteriores al T-MEC y, por lo tanto, estaban fuera del alcance del proceso de resolución de disputas del acuerdo comercial, incluida una herramienta conocida como Mecanismo de Respuesta Rápida que tiene como objetivo resolver rápidamente las acusaciones de abusos laborales.

En junio, un tribunal mexicano falló a favor del sindicato de trabajadores y ordenó a Grupo México pagar salarios y beneficios atrasados.

“El caso se resolverá dentro del sistema de justicia mexicano”, dijeron los ministerios de Economía y Trabajo de México en un comunicado conjunto.