Otis fue degradado al nivel 4 en la escala Saffir-Simpson desde un nivel anterior de 5, produciendo fuertes vientos con velocidades de hasta 130 mph (210 km/h), dijo el miércoles el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
La agencia había clasificado previamente al huracán como “potencialmente catastrófico”, pero Otis comenzó a perder fuerza después de tocar tierra cerca de Acapulco, dijo el NHC.
“Refugiense, permanezcan en lugares seguros: lejos de ríos, arroyos, quebradas y estén atentos”, advirtió el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en X (ex-Twitter).
En Acapulco, se cortó el suministro eléctrico como medida de precaución y el puerto quedó sumido en la oscuridad mientras fuertes vientos y fuertes lluvias azotaban la ciudad de 780.000 habitantes.
Los residentes se atrincheraron en sus casas después de acumular alimentos y agua.
Los hoteles están llenos al 50% y las autoridades locales han preparado refugios en albergues mientras los soldados patrullan la playa. Acapulco se prepara para una afluencia de turistas por el Día de Todos los Santos, una festividad importante en México.
Las escuelas fueron cerradas por orden del gobierno del estado de Guerrero, donde se ubica Acapulco.
Frente a la costa del Pacífico, el ciclón era tormenta tropical hace apenas doce horas.
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