La búsqueda de los 10 mineros desaparecidos de tres minas de carbón en el noreste de México que han estado inundadas durante tres semanas podría llevar de seis a 11 meses, las familias dijeron que estaban “desesperadas”, dijeron el jueves.
No más pruebas de vida. Hasta el 3 de agosto, las autoridades y las familias no tenían noticias de los mineros enterrados bajo tierra, a pesar de varios esfuerzos de rescate. Sin embargo, las autoridades nunca mencionaron su muerte y dicen que continúan realizando operaciones de rescate incluso cuando el desenlace fatal parece inevitable.
“Estamos desesperados. No sabemos qué hacer. Eso no lo podemos aceptar”, dijo a la AFP Juani Cabriales, hermana de uno de los mineros atrapados bajo tierra en la mina El Pinabete, en el estado de Coahuila. Según las autoridades, la evacuación de los menores podría tardar mucho más de lo previsto, varios meses o incluso un año. “Esperábamos que durara un mes. Pero casi un año no es posible. Tiene que haber otras soluciones”, agregó Guadalupe Cabriales, también hermana de un minero desaparecido.
Múltiples pistas
Las familias acababan de conocer a la jefa de Protección Civil, Laura Velázquez, quien les explicó el plan de las autoridades. La estrategia propuesta por la Sra. Velázquez incluye tres “opciones” que se están evaluando actualmente, una de las cuales es abrir un túnel con “rampas de acceso inclinadas” para acceder a los socavones de la mina, además de bombear el agua.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el jueves que el plan se presentaría a los miembros de la familia para su aprobación antes de ser presentado públicamente el viernes. La mina se inundó durante los trabajos de excavación, lo que provocó la entrada de agua acumulada en una mina cercana.
Ayuda americana y alemana.
Cinco trabajadores lograron escapar y diez están desaparecidos. El plan original era bombear agua a la mina para permitir el acceso de buzos y rescatistas. Pero después de varios días de esfuerzo, el nivel aumentó repentinamente. El gobierno mexicano ha pedido a empresas estadounidenses y alemanas que ayuden con los esfuerzos de socorro.
El estado de Coahuila suministra casi todo el carbón de México, en su mayoría en condiciones de seguridad muy precarias para los mineros.
Varios accidentes han azotado la región, el más importante de los cuales ocurrió el 19 de febrero de 2006: 65 trabajadores murieron en una explosión en una mina de carbón. Solo se recuperaron dos cuerpos.
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