• Amnistía Internacional rechaza categóricamente la decisión del Senado de legalizar la militarización en México.
• La adopción de esta iniciativa viola la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los tratados internacionales de los que el país es parte.
• Cifras oficiales sobre desapariciones forzadas, atentados contra la vida, torturas, tratos crueles e inhumanos y otros muestran que las políticas de seguridad pública del Estado mexicano durante los últimos 16 años han agravado aún más la crisis de derechos humanos del país.
La aprobación por el Senado de la propuesta para formalizar la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, formalizando así su carácter militar, es un acto impactante que pone en peligro la protección de los derechos humanos en México, dijo Amnistía Internacional el viernes 9 de septiembre.
“Lamentamos mucho la decisión del Senado. Ya hemos visto las nefastas consecuencias de la militarización de la seguridad pública en México durante los últimos 16 años. En lugar de continuar por este camino, hacemos un llamado al Poder Ejecutivo para que elabore un plan de retiro paulatino de las fuerzas armadas de las calles, con énfasis en el fortalecimiento de las policías civiles y el desarrollo de políticas públicas preventivas, con el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana. . Alto a los abusos a los derechos humanos y la impunidad”, dijo Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.
El 27 de mayo de 2019, México convirtió a la Guardia Nacional en la principal institución de seguridad pública, colocándola bajo el control civil de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Desde sus inicios, la Guardia Nacional ha sido criticada por sus operaciones cada vez más militarizadas y por el hecho de que más del 70% de sus miembros han servido previamente en el ejército o la marina.
Al mismo tiempo, la Guardia Nacional ha sido criticada por los múltiples abusos contra los derechos humanos que se le atribuyen con razón. Entre 2020 y 2022 se presentaron más de 1.100 denuncias ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contra esta institución. Se relacionan con delitos de derecho internacional, incluidas desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, homicidios ilegítimos y actos de tortura.
Lamentamos mucho la decisión del Senado. Ya hemos visto las nefastas consecuencias de la militarización de la seguridad pública en México durante los últimos 16 años.
Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México
El 31 de agosto de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso reformas legislativas que fortalecerían aún más la militarización de la Guardia Nacional. Las reformas propuestas: 1) colocar a la Guardia Nacional formalmente bajo el control militar de la Secretaría de la Defensa Nacional; 2) permitir que el personal militar en servicio preste servicio en la Guardia Nacional sin renunciar a sus puestos militares; 3) exigir que los altos funcionarios de la Guardia Nacional tengan formación militar; 4) permitir que los delitos, incluso en virtud del derecho internacional, y los abusos contra los derechos humanos cometidos por miembros de la Guardia Nacional sean juzgados en tribunales militares en lugar de civiles; y 5) introducir la formación militar de todo el personal de la Guardia Civil.
iniciativa militarista
Las reformas aprobadas por el Senado el viernes 9 de septiembre son las últimas de una serie de leyes e iniciativas que completan la transferencia del control de las operaciones de seguridad pública de México a los militares desde 2006 en el contexto de la llamada “guerra”. drogadictos”. Este enfoque militarizado de la seguridad pública ha tenido consecuencias desastrosas para los derechos humanos. Más de 100,000 personas están desaparecidas en México, mientras que el ejército y la armada enfrentan abusos generalizados contra los derechos humanos. Desde 2014, se han recibido más de 4,000 denuncias de abusos contra los derechos humanos. presentado contra la Secretaría de la Defensa Nacional ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Los legisladores y senadores han optado por burlar las normas internacionales, que estipulan que la participación del ejército en operaciones de seguridad pública debe ser excepcional y sujeta a ciertas condiciones. De acuerdo con estos estándares, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y otros organismos de las Naciones Unidas han expresado reiteradamente su preocupación por el uso de fuerzas militares y policiales militarizadas para operaciones de seguridad pública en México. Las autoridades hacen oídos sordos a estas preocupaciones y recomendaciones.
En su informe de abril de 2022 sobre México, el Comité contra las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU instó al Estado mexicano a “abandonar el enfoque militarizado de la seguridad pública”, que ha demostrado ser insuficiente e inapropiado para proteger a las víctimas. El comité también recomendó fortalecer las fuerzas civiles y establecer un plan ordenado, inmediato y verificable para el retiro de las fuerzas armadas de las tareas de seguridad pública.
La realidad en números
Al igual que las organizaciones de la sociedad civil, Amnistía Internacional ha advertido que la estrategia de seguridad ciudadana militarizada ha fracasado. La inseguridad en México es mucho mayor hoy que hace 16 años. Los homicidios aumentaron 218% entre 2006 y 2022; Más de 100 periodistas han sido asesinados en 16 años (15 desde principios de año) y más del 97% de los aproximadamente 105.000 secuestros denunciados se han producido desde diciembre de 2006.
Los miembros de los distintos cuerpos del ejército mexicano cometen rutinariamente delitos contrarios al derecho internacional y graves violaciones a los derechos humanos, y lo hacen con total impunidad. Desde 2014 a la fecha, la CNDH ha recibido al menos 6.661 denuncias relacionadas con abusos a los derechos humanos atribuidos a miembros del ejército, marina y guardia nacional. El ejército se encuentra entre los 10 más denunciados cada año, y esa lista incluye a la Guardia Nacional.
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