El rescate de 10 personas atrapadas en una mina inundada en México sufrió un gran revés el domingo tras el “repentino
“Subida del nivel del agua” anunciada por las autoridades, desanimando las esperanzas de sus seres queridos que piden que se castigue a los responsables si se confirma la muerte de los mineros.
“Los principales culpables y delincuentes son los dueños de los pozos mineros”, dijo Magdalena Montelongo, hermana de Jaime, uno de los mineros de la mina desde el 3 de abril.
“Es un crimen que no puede quedar impune. Si mi hermano y sus compañeros no salen con vida, es un delito”, denunció durante una rueda de prensa improvisada cerca de la zona de rescate, subrayando las “muy malas condiciones laborales”.
El accidente en la mina El Pinabete en el estado de Coahuila, el principal productor de carbón de México, es el último de una serie de accidentes en la región, a menudo causados por malas condiciones de seguridad.
El nivel del agua en el Pozo No. 2, que el viernes había alcanzado los 70 cm y podría permitir el acceso de emergencia, alcanzó los 12,92 m el domingo, dijeron las autoridades en un comunicado de prensa, y agregaron: “Los ingenieros están evaluando la situación en el sitio y las razones de esto”. aumento repentino del nivel del agua”.
En los pozos 3 y 4, el agua llegó a 15,5m y 12,5m respectivamente, un aumento de 8m a 10m respecto de los niveles registrados el viernes. “Ingenieros desarrollarán una nueva estrategia para drenar el agua de la mina El Pinabete”, aseguraron las autoridades.
La Coordinadora Nacional de Socorro y jefa del operativo, Laura Velázquez, se apresuró a asegurar a las familias en un comunicado de prensa que “los menores capturados no se quedarán atrás”.
– Salvador “tiempo perdido” –
Sin embargo, esta noticia supone un golpe especialmente duro para las familias de los menores, que han manifestado su temor a una intervención demasiado tardía para salvar a sus seres queridos.
Plutarco Ruiz, suegro de un minero capturado, dijo que las autoridades “perdieron el tiempo” porque deberían haber estado sacando agua de la mina “desde el principio”.
Desde el sábado, las familias de los mineros han dicho que están “angustiadas” por el lento avance del salvamento, al tiempo que expresaron desconfianza en el manejo de las operaciones.
La coordinadora Laura Velázquez dijo a los familiares de los mineros que los rescatistas estaban dando lo mejor de sí en “condiciones extraordinarias” y señaló que la mina El Pinabete estaba cerca de la mina Conchas Norte, que fue abandonada hace unos treinta años, época en la que “su nivel de agua ha bajado”. llegar a ser muy alto”.
Las autoridades mexicanas anunciaron el viernes que se habían cumplido las “condiciones” para que los rescatistas ingresaran a la mina inundada en busca de 10 mineros desaparecidos.
Gracias al incesante bombeo, el nivel del agua en uno de los tres pozos a los que tuvieron que ingresar los servicios de emergencia se ha reducido a 70 centímetros, mientras que al día siguiente del accidente del 3 de agosto estaba a 30 metros, dijo a Sandoval el secretario de Defensa, Luis Cresencio.
El miércoles, un buzo ingresó a uno de los pozos pero no pudo penetrar porque “encontró obstáculos para ingresar a los túneles”, según informó el gobernador del estado de Coahuila, Miguel Riquelme.
Varios cientos de personas participan en el rescate, particularmente con un dron submarino, para salvar a los menores, cuyos familiares están cada vez más preocupados a medida que pasa el tiempo.
Según las autoridades, los mineros estaban dragando el 3 de agosto cuando rompieron un nivel freático.
Coahuila, la principal región productora de carbón de México, ha visto una serie de accidentes mineros fatales a lo largo de los años. Lo peor ocurrió en la mina Pasta de Conchos en 2006 cuando una explosión de gas mató a 65 mineros.
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