Güero, guera es un mexicanismo. Se refiere a las personas rubias y, más en general, a las personas de piel clara. La única excepción es la costumbre de los vendedores en los mercados de llamar a todas las mujeres. “Guerita” [avec le diminutif affectueux], ya sea que tenga una apariencia de Barbie rubia platino o piel de chocolate. Supongo que es un legado de la época colonial: durante siglos, la piel clara se asoció con la clase dominante.
Al igual que otros países latinoamericanos, México tiene ciertas formas de marcar diferencias en el color de la piel, siempre tomando como punto de partida la piel clara que llamamos “blanca”; se dice la persona que lo posee Guera. Y del blanco al negro (o del negro al blanco, según se mire) hay todo un gradiente: puedes tener la tez rosada, olivácea, ser morena o ligeramente marrón. Palabra moreno [“brun à la peau mate”] se califica con la característica “clara”, y sólo las personas con piel muy oscura mulatos [“mulâtres”]. En ciertos círculos, especialmente si uno pertenece o sueña con pertenecer a una clase socioeconómica media o alta, es raro calificarse como tal. moreno.
Crecí en el México de los años 70 en una familia de clase media. Guerita en los mercados, blanca en la escuela y morena en la peluquería. En realidad no soy ni blanca guera : Tengo cabello castaño oscuro y piel café con leche. Pero en el imaginario social de mi infancia y adolescencia, yo era un joven mexicano blanco que había asistido a una escuela privada y hablaba inglés.
Yo era otras cosas que no sabía
Para aprovechar estas dos últimas cualidades, hice las maletas y me mudé a los Estados Unidos en 2004. Llegué a Los Ángeles y en menos de un año me di cuenta que no era tanto lo que era y más allá de eso era otras cosas que no conocía. Aunque según mi pasaporte mexicano yo era “blanca”, el color de mi piel.
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