Thomas Peuvion, un champenois que vive en México desde hace 16 años, está colaborando con comunidades indígenas mayas para producir un documental sobre la conservación de la biodiversidad en Yucatán.
Su nombre es Thomas pero todos lo llaman Tom. Después de establecerse en México hace unos diez años, primero se convirtió en guía naturalista antes de dedicarse a la fotografía. Iluminamos su carrera atípica y el proyecto resultante.
El nacimiento de una verdadera pasión por la fotografía.
Mientras pasa sus días en las reservas naturales, comienza a publicar fotos en Instagram “como todos los demás”. Hasta que tomó clases de fotografía, vio tutoriales y compró mejores equipos. Durante la pandemia se da cuenta de que quiere emprender su carrera y abre la suya propia sitio web. Sin embargo, lamenta: “Es difícil ganarse la vida con este trabajo, hay que saber ser un polifacético: trabajo para bodas, retiros espirituales, hoteles, restaurantes”. es muy complicado ganar dinero como fotógrafo de naturaleza.
El crecimiento de los proyectos de video relacionados con la naturaleza
Tom primero comienza a desarrollar una serie: Tras los pasos del jaguar ‘, que solo tiene dos episodios publicados canal de Youtube. Entonces se le ocurrió la idea de hacer un corto documental con su cámara automática para presentar este proyecto documental de jaguares y sobre todo recoger testimonios de las comunidades mayas con las que trabaja. Revela en este sentido: “Estas personas tienen muchas historias que contar, son las que conviven con esta especie icónica (el jaguar)”. Están en primera línea. Conocen la diversidad de especies, sus problemas y ofrecen soluciones”. Y precisamente para proteger los recursos naturales, apuestan por el turismo responsable y muestran un gran compromiso a nivel educativo. Le gusta citar a su amigo Manuel, que vive en un pequeño pueblo. Este último suele recibir niños de la comunidad así como clases de la escuela de la Rivera Maya con fines de educación ambiental. Para concienciar ecológicamente a los más jóvenes, utiliza el equipo de fotografía y vídeo de Tom y, a cambio, se ofrece a ayudarle con el reportaje. Porque una cosa es segura: una aventura no está exenta de riesgos: es importante estar bien acompañado frente a una naturaleza a veces hostil.
Hacia la realización de un primer documental
Este documental comienza con el jaguar y se adentra en la biodiversidad general en forma de pirámide. Al hacerlo, aborda los problemas que le preocupan y las soluciones propuestas por ciertos miembros de las comunidades mayas para superarlos. Según el fotógrafo, el objetivo es “darles la palabra, aunque muchas veces sea inaudible”. Pero es un proceso que lleva tiempo. De hecho, Tom admite que “entrevistar a la gente de los pueblos que conozco desde hace años y que se han hecho amigos lleva su tiempo: hay que saber sacarles las lombrices de la nariz y conseguir que traigan una sonrisa”. ellos derraman una lágrima.” De hecho, su objetivo es sensibilizar al público favoreciendo el lado emocional sobre el lado técnico. En este sentido, le gustaría seguir el camino del documental La Panthère des Neiges de Vincent Munier, “quien acertadamente se asoció con Sylvain Tesson en este aspecto romántico y poético”. El documental de Tom tendrá la forma de un formato corto en francés, que no superará los 30 minutos. Visto en el Festival Internacional de Cine de Ecología y Asuntos Sociales de Cannes, espera completar su trabajo a finales de año.
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