El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró en una entrevista transmitida el domingo que el plan de cerrar la frontera entre Estados Unidos y México con un muro exigido por el candidato republicano Donald Trump es ilusorio.
Cuando se le preguntó en el programa “60 Minutes” de CBS si Donald Trump construiría el muro prometido si fuera elegido presidente de Estados Unidos en noviembre, el presidente mexicano respondió: “No”.
“¡No está funcionando!”, añadió, según una traducción al inglés de sus comentarios, pidiendo en cambio una reforma de la política exterior estadounidense para prevenir la inmigración ilegal.
Cuando Donald Trump estaba en el cargo e intentó construir un muro, el presidente mexicano dijo que le explicó que los contrabandistas habían logrado cavar túneles debajo de las barreras que ya habían sido levantadas.
El señor Trump “guardó silencio, luego empezó a reírse y me dijo: ‘No puedo ganar contigo'”, continuó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, se enfrentará nuevamente a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, en una revancha de las elecciones de 2020, con la inmigración ilegal nuevamente ocupando un lugar central en la campaña.
Donald Trump y su Partido Republicano han criticado duramente a Joe Biden después de que un número récord de migrantes cruzara la frontera sur de Estados Unidos.
López Obrador, de 70 años, dijo que a petición de Biden, ayudó a lograr una disminución temporal en el número de inmigrantes ilegales que intentaban ingresar a Estados Unidos a principios de este año. Estados Unidos.
Ese declive se logró cuando México se volvió “más atento” a su propia frontera sur y a la ayuda de los líderes centroamericanos, señaló.
“Sin embargo, esta es una solución a corto plazo, no a largo plazo”, dijo, y agregó que México quiere que se aborden “las causas fundamentales” de la inmigración ilegal.
Para el presidente mexicano, Washington debería gastar miles de millones de dólares cada año para reducir la pobreza en América Latina, aliviar las sanciones a Venezuela y Cuba y otorgar estatus legal a millones de mexicanos que viven en Estados Unidos.
Sin estas reformas radicales, “la afluencia de migrantes (…) continuará”, dijo López Obrador.
Ante los llamados republicanos a un cierre fronterizo de emergencia, el presidente mexicano recordó la interdependencia económica de los dos países. “Si se cierra la frontera, ya no se podrán comprar coches baratos”, advirtió.
El presidente mexicano, que dejará el cargo a finales de año, también fue cuestionado sobre varios temas nacionales, incluida su decisión de revelar públicamente el número de teléfono personal de un periodista, lo que desató un escándalo.
Cuando se le preguntó sobre esta acción en un país donde los periodistas son frecuentemente acosados y asesinados, López Obrador explicó que no tenía “ninguna intención de hacer daño”, sino que estaba “respondiendo a la difamación”.
“Imagínese lo que significa para este periodista escribir que el presidente de México tiene vínculos con narcotraficantes (…) y sin tener pruebas de ello”. “Es una vil calumnia”, dijo.
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