esa noche es blaes que nos unamos a Diego Cortez Salas. Algunos podrían verlo como un guiño a la calle del mismo nombre de la capital donde tiene su hogar. fusible, donde reside desde hace más de un año. Pero el belga-peruano no va ahí por su nombre. Pequeño bar en un callejón del hipercentro de Lieja, Blaes está burbujeando como en muchos sábados por la noche. Los DJs que pondrán a bailar a la Kultura más tarde en la noche ya están encadenados detrás de la suntuosa cabina del lugar, calentando cuerpos y corazones. Con a su alrededor, buena comida y buen vino. “Lieja es una ciudad muy especial para mí.‘, dice Diego. “Parte de mi familia ya vive aquí. Antes de jugar solía ir allí con mis primos. Recuerdo venir al Soundstation o a los primeros Ardentes cuando había música electrónica“Mientras retrocedía los años en su mente, los recuerdos de la Cité Ardente irrumpieron en la mente del nativo de Bruselas”.Tuve dos residencias en Lieja. La primera en las veladas de MinimHouse que se celebraron en el piso de arriba de la Aquarelle. Y hablo de eso en cada entrevista porque estos son mis mejores recuerdos de las fiestas en Bélgica. Hemos hecho cosas asombrosas en este lugar insalubre. Así es como conozco a Larson, que está jugando frente a mí esta noche. Al principio era clubber, bailaba frente a mí en esas noches.”
La segunda fue en el Cadran tardío, donde pudo saborear la experiencia de un club más grande y compartir escenario con grandes como David August, Âme o Kink. Pero hay que remontarse años atrás para que él recuerde uno de sus mejores recuerdos. Tenía 16 años en ese momento y dirigía su propio programa de música electrónica en una estación de radio local en Bruselas. “Una de las primeras entrevistas a artistas internacionales que pude hacer fue en Lieja con todo el equipo de Ed Banger, que vino a una fiesta frente a 150 personas en Union Nautique. Pude entrevistar a Justice, Pedro Winter, Kavinsky… Cuando tenía 16 años. Son todas estas pequeñas cosas las que hacen que Lieja sea muy especial para mí.”
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