Esta semana se descubrieron dos cadáveres en el Río Grande, uno de los cuales, según el gobierno mexicano, yacía cerca de las barreras flotantes que el estado estadounidense de Texas había levantado para impedir el paso de migrantes. Un primer cuerpo fue descubierto el miércoles “varado en la parte sur de las boyas” en aguas del Río Grande, informó la Cancillería mexicana. Un segundo cuerpo fue encontrado a unos cinco kilómetros del primero, dijeron las autoridades mexicanas el miércoles por la noche. Actualmente se desconoce la causa de estas dos muertes.
La barrera flotante, que se extiende casi 300 m (1000 pies), se construyó en julio de 2023 a petición del gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano. Desde entonces ha sido ferozmente impugnada por México, que denuncia a la parte de Washington como una “provocación”.
En Estados Unidos, el Departamento de Justicia presentó una demanda civil contra Texas para obligar al estado a retirar la barrera flotante e impedir que instale otras nuevas. “Esta barrera flotante representa un riesgo para la navegación y la seguridad pública en el Río Grande”, dijo el Departamento de Justicia, citando también “preocupaciones humanitarias”.
En una carta al presidente demócrata Joe Biden, el gobernador de Texas reiteró que tiene el poder de proteger los intereses “soberanos” de Texas instalando las boyas. Según medios locales, varios migrantes han tenido que ser rescatados en los últimos días tras quedar atrapados en la barrera.
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