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Abbott, un abierto partidario de Donald Trump que hizo de la lucha contra la inmigración un tema clave de su campaña, cuestiona abiertamente la autoridad de la administración Biden y la acusa de “inacción deliberada” ante una afluencia récord de inmigrantes en la frontera en los últimos años. Los últimos meses.
En diciembre, un tribunal federal de apelaciones prohibió a la Patrulla Fronteriza Federal retirar o desmantelar el alambre de púas que las autoridades de Texas habían instalado cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, a menos que lo justificara una emergencia médica.
El Departamento de Justicia pidió a principios de enero al Tribunal Supremo que levantara esa prohibición a la espera de que se pronunciara sobre el asunto, y el tribunal accedió a esa petición el lunes con cinco votos a favor, incluido el de su presidente, John Roberts, y cuatro en contra.
Cuatro de los seis miembros de la mayoría conservadora votaron en contra de esta decisión, pero no explicaron los motivos de su rechazo.
Además, la toma de control de un parque urbano en Eagle Pass, en la frontera del Río Grande, por parte de la Guardia Nacional de Texas desde el 11 de enero ha provocado una controversia entre la administración Biden y el gobernador Abbott.
El Departamento de Justicia acusa al gobernador de impedir que la Patrulla Fronteriza Federal haga su trabajo al “bloquear su acceso a la frontera, incluso en caso de emergencia”, en unos 3,7 kilómetros a lo largo del río, lo que las autoridades de Texas niegan.
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