Escuintla, un departamento al sur de Guatemala… Hace tres años, Salomón se enteró que estaba gravemente enfermo. A la edad de 54 años, de repente tuvo que dejar de trabajar porque su salud se estaba deteriorando. Le dijeron que nunca podría volver a caminar. “No podía moverme. Tan pronto como traté de levantarme, mis rodillas se doblaron y caí al suelo”.
Diagnóstico grave: insuficiencia renal crónica avanzada
El diagnóstico de Salomón fue grave: enfermedad renal crónica de origen no tradicional en el quinto estadio, el más avanzado según las guías internacionales de patología renal. La enfermedad, también conocida como nefropatía endémica mesoamericana, se caracteriza por una pérdida progresiva de la función renal que afecta la capacidad de los riñones para realizar funciones vitales (como la eliminación de desechos y la concentración de orina).
Enfermedad renal endémica mesoamericana: una epidemia específica de la región
Y Salomón no está solo. Todos los amigos y familiares han sido diagnosticados con la misma enfermedad. Las autoridades sanitarias locales hablan de una “epidemia regional de difícil control”. La nefropatía endémica mesoamericana es asintomática a estadios avanzados y afecta principalmente a varones jóvenes sin antecedentes de enfermedades crónicas, generalmente trabajando en la agricultura en condiciones físicas extremas con altas temperaturas en un ambiente pobre. El impacto de la enfermedad en la economía agrícola local es enorme.
No hay terapia renal adecuada en el área
No existen instalaciones adecuadas para la terapia de reemplazo renal en la mayoría de los países donde ocurre la enfermedad. En Escuintla no los hubo. Los pacientes renales a menudo tenían que viajar durante horas o incluso días para encontrar la atención que necesitaban. Algunos de estos servicios están sobrecargados, lo que dificulta aún más obtener soporte rápido. Los pacientes también tienen que hacer viajes adicionales para obtener medicamentos o pruebas en otros lugares. Los obstáculos que enfrentan muchos de ellos son enormes. La mayoría no puede soportar los viajes extenuantes, otros simplemente no pueden permitírselos. La nefropatía endémica mesoamericana ha causado miles de muertes en las últimas décadas.
El pasado mes de agosto: Médicos Sin Fronteras inicia un nuevo proyecto
Para remediar esta falta de atención, Médicos Sin Fronteras ha decidido iniciar un nuevo proyecto en agosto de 2021. En el departamento de Escuintla, nuestros equipos trabajan en un modelo de atención sencillo, sostenible y reproducible. El objetivo del proyecto es garantizar un diagnóstico y tratamiento rápidos de las enfermedades renales.
1 año después: atención renal en las comunidades
El proyecto Médicos Sin Fronteras en Escuintla tiene un año de existencia. ¿Cómo van las cosas? “Primero, desplegamos equipos médicos, logísticos y administrativos en las comunidades de La Gomera, La Democracia y Sipacate”, dijo Rodd Gerstenhaber, gerente de operaciones de MSF en Guatemala, México y Honduras. “En febrero firmamos un convenio con el Ministerio de Salud de Guatemala. Ahora estamos comenzando a servir a las comunidades. En cooperación con el Ministerio, nos enfocaremos en la información y prevención, detección temprana, tratamiento y seguimiento de la enfermedad renal crónica de origen no tradicional”.
Cuidados paliativos para Salomón
Desafortunadamente, nuestro proyecto llegó demasiado tarde para Salomón. Tiene una enfermedad terminal. Ahora estamos trabajando con Salomón en un plan de cuidados paliativos para mejorar su salud emocional y física a corto plazo. Sor Mateo Cerro trabaja con él: “Le ayudamos a entender lo que le está pasando. Le explicamos sus opciones, los cuidados adicionales que podemos ofrecerle a él y a su familia, y respetamos su tiempo y preferencias”.
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