Se volvió a hablar del Penal de Ciudad Juárez – Centro de Readaptación Social No. 3 (Centro de Readaptación Social, Cereso No. 3), que fue objeto de una espectacular fuga el 1 de enero de 2023.
Como recordatorio, un ataque combinado con una revuelta interna coordinada para escapar de Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias “El Neto”, líder de la pandilla local Los Mexicles(1). Las últimas cifras de las autoridades muestran entre 27 y 30 refugiados, 17 muertos, incluidos 10 guardias de seguridad, y 13 heridos. Según Luis Rodríguez Bucio, nuevo subsecretario de seguridad y protección ciudadana del presidente López Obrador, 14 de los prófugos siguen en libertad. Cinco refugiados murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad el 5 de enero, entre ellos “El Neto”.
Después de que muchos de los 3.900 reclusos de la prisión fueran trasladados a otras prisiones, a principios de febrero se llevó a cabo una búsqueda a gran escala bajo la supervisión de la gobernadora del estado de Chihuahua, Maru Campos. Permitió el descubrimiento de refrigeradores, lavadoras, estufas, pantallas de plasma, consolas de videojuegos, aires acondicionados, etc.
Nótese la presencia de una serpiente en un vivero, $85.000 en efectivo, armas e íconos religiosos muy populares entre los cárteles…
Campos dijo específicamente: “Se acabaron los privilegios”.
Las confiscaciones fueron aplastadas con una excavadora.
Aún más inquietante, también se descubrió una puerta secreta que conducía a un estacionamiento fuera de las instalaciones. Sin embargo, esta puerta, de 1,20 m de alto y 80 cm de ancho, estaba escondida detrás de un cubo de basura en una sala reservada para la administración penitenciaria… No se sabe cuándo se construyó ni quién se benefició de ella.
La decadencia de las cárceles mexicanas es conocida desde hace tiempo. En su informe de 2019, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Chihuahua los describió como “prácticamente bajo el control de los propios detenidos”. En algunas cárceles incluso habrían tenido unas llaves…
Ciertamente esta importante “limpieza” del Cereso N°3 tiene sentido. Pero es solo un ejemplo de lo que existe en casi todas las prisiones latinoamericanas. El motivo es siempre el mismo: la corrupción endémica en la administración y especialmente entre el personal penitenciario (que no tiene otra opción si quiere seguir con vida y proteger a sus familias de las represalias). Por eso, los capos latinoamericanos sólo temen una cosa: ser condenados por un tribunal norteamericano, que los lleve a la extradición a Estados Unidos, donde la mayoría de las cárceles son realmente “restringidas”.
Como recordatorio, el Papa Francisco concluyó su viaje apostólico a México, del 12 al 18 de febrero de 2016, con una visita al Cereso No. 3…
Ver: “México: Luchas tras arresto de hijo de El Chapo”, 9 de enero de 2023
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