Desaparecidos de una mina inundada durante 12 días, los 10 mineros no han dado señales de vida desde entonces;

Las autoridades mexicanas anunciaron el lunes una nueva estrategia para rescatar a 10 mineros que han estado desaparecidos en una mina inundada durante 12 días después de que un aumento repentino en los niveles del agua obstaculizó los esfuerzos de rescate y las esperanzas el domingo.

Esta repentina subida del nivel del agua, que ha sido bombeada pacientemente durante más de una semana para permitir que los rescatistas desciendan bajo tierra, se ha sumado a la desesperación de las familias de los mineros, que no reportan vida desde el 3 de agosto.

En uno de los tres pozos a los que tenían previsto ingresar los rescatistas este fin de semana, el nivel era de 38 metros el lunes, frente a los 1,3 metros de la madrugada del domingo, dijo la coordinadora nacional de protección civil, Laura Velázquez.

Este nivel es incluso superior al del día siguiente al accidente en la mina El Pinabete, en el estado de Coahuila (norte), principal productor de carbón de México. La nueva estrategia es tratar de detener la entrada de agua de la mina vecina Conchas Norte, que es mucho más grande y está abandonada, mediante la perforación de 20 pozos de 60 metros de profundidad para inyectar cemento, explicó Laura Velázquez.

Dueños de minas señalados

Las autoridades creen que los mineros llegaron accidentalmente a la mina inundada cercana durante los trabajos de excavación.

“No detendremos nuestros esfuerzos para rescatar a los mineros”, dijo a los periodistas el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las autoridades anunciaron el viernes que los rescatistas inspeccionarían la mina luego de las exitosas operaciones de bombeo. Pero las débiles esperanzas de que los familiares duerman en un campamento al lado del área de búsqueda se han desvanecido.

Estos últimos exigen que los dueños de las minas rindan cuentas: “Es un crimen que no puede quedar impune”, explicó Magdalena Montelongo, hermana de Jaime, uno de los mineros atrapados.

Coahuila, la principal región productora de carbón de México, ha visto una serie de accidentes mineros fatales a lo largo de los años. Lo peor ocurrió en la mina Pasta de Conchos en 2006 cuando una explosión de gas mató a 65 mineros.